Teatro Romano de Cartagena

miércoles, 24 de agosto de 2011

La cosmética natural de Abanilla, de laboratorios Saurín, agua bendita

María Dolores Saurín es abanillera, sus principales conocimientos en el mundo de la cosmética proceden de sus antepasados y de sus propios vecinos; también ha estudiado cosmetología y perfumería. Era funcionaria del Ayuntamiento de Alicante, pero prefirió dejar el puesto de trabajo por la libertad y autonomía de regentar su propio negocio y, además totalmente artesanal reconvirtiendo la cocina de su casa en el laboratorio al que ha puesto el nombre de su primer apellido. Cumple veinte y dos años en el oficio, sus productos se encuentran en la ruta de los castillos del sur de Francia, ha recorrido todo el territorio nacional en encuentros artesanales, también la geografía regional.  Sus productos han estado dieciocho años seguidos en la Muestra de Artesanía de la Semana Internacional de la Huerta de Los Alcázares; y ahora, hasta finales de mes, tiene otro stand en la plaza del Ayuntamiento de dicho municipio.




¿Qué productos naturales utiliza?
Principalmente productos autóctonos de la zona de Abanilla, manzanilla dulce o de capota, tomillo, romero, hinojo, ciprés, menta piperita y hierba luisa, entre otras.
¿Algunos más?
Sí, el ginko biloba, ruscus, yedra, rosa mosqueta y el aloe vera, entre otros. Estos los consigo de fuera de Murcia.
¿Qué principales propiedades tiene el aloe vera?
Emoliente, astringente, suavizante, hidratante; sobre todo propiedades hidratantes. Alejandro Magno lo utilizaba en la guerra, para curarse las heridas. Es antiinflamatorio, regenerador y cicatrizante. Mi producción es totalmente artesanal no fabrico con maquinaria al uso, sino que he adaptado a mis necesidades maquinarias de otros oficios. Mi producción se limita cada vez a trece quilos de un determinado tipo de cosmética, en absoluto es producción industrial.
¿Puede utilizarse directamente el aloe vera? ¿Cómo se debe cortar?
Si se coge directamente una hoja de aloe vera hay que pasarla por debajo del grifo de agua durante diez segundos, esta desprende un líquido blanquecino que quema. Al coger una hoja de aloe vera hay que hacerle un corte longitudinal y posteriormente cortarla en trozos, a tacos, para aplicarla en la herida. Es gelatinosa; hay quien pela la hoja como si de un plátano se tratase y se lo comen para tratar problemas intestinales.
¿Presenta alguna contraindicación?
El aloe vera es de color blanco, reseca mucho, tiene un olor poco agradable y es astringente, por eso en mi laboratorio de trabajo artesanal le quito el diez por ciento de agua y se lo suplo por glicerina para que mantenga la humedad natural de la piel, para que no reseque. También le añado un cítrico que le da color verde y un olor agradable; además sirve como antioxidante.

¿Qué es lo que más necesitamos tratarnos?
Mi teoría es la hidratación. El cosmético por excelencia es el agua. Un cuerpo y una piel debe estar muy hidratada; se debe ingerir mucha agua. En mi laboratorio artesanal trabajo principalmente con agua de manantial y una vez que está realizada la base de la cosmética le añado las plantas específicas de  la crema que vaya a fabricar. Siempre realizo la mezcla en frío y de forma manual, para mantener las propiedades de la planta.
¿Qué cremas deben utilizar quienes trabajan el campo o la huerta, a pleno sol?
En primer lugar hay que protegerse del sol. Si se le ha quemado la piel debe utilizar una crema hidratante; y si le duele los riñones por el trabajo realizado es bueno echarse una crema reconfortante y vigorizante.
¿Y una mujer, para salir de paseo?
Igualmente, cualquier hidratante para la piel es esencial, y a su vez sirve de base para el maquillaje.
¿De dónde proceden sus fórmulas magistrales?
En Abanilla siempre se ha utilizado cosmética de productos del entorno y se realizaban mascarillas; yo utilizo los extractos de plantas y arcilla, entre ellas uso una arcilla de las proximidades del cementerio, tierra greda. Mis abuelos ya hacían sus mezclas, yo utilizo una base emoliente para que de suavidad a la piel pues esta hay que tratarla con mucho mimo.  Utilizo el almidón de trigo, este se hincha con el agua y deja la piel de la cara muy suave y fina, como de porcelana.

Fotos: María Dolores Sauín en su laboratorio de Abanilla.

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