Uno, como cualquier ser humano puede pasar por etapas difíciles en la vida,
Puede tener sus sonrisas y lágrimas.
Sus días y sus noches,
Sus luces y sus sombras
Pero siempre prevalece la luz, las sonrisas, el día... La perseverancia, la alegría y la fuerza de vivir es la que hace que todo lo negativo pueda transformarse en positivo.
Y ello es lo que a lo largo de mi vida, como todo ser humano me ha ido ocurriendo.
Hoy, más que nunca, esa fuerza de vivir, la represento con algo que hace muchísimos años, en la salida de mi adolescencia adopté como símbólo íntimo y personal: rosas rojas.
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